Los dos volúmenes que forman la segunda parte de La identidad de Francia -Los hombres y las cosas- se organizan alrededor de dos temas estudiados ambos en la perspectiva de la duración larga: la demografía y la economía.

Braudel recoge en esta obra la influencia que los avances en ciencias como la economía, la sociología y la etnología han tenido en los estudios históricos. Huyendo de la descripción de hechos y biografías, preocupado por llegar a la esencia de todo aquello que constituye la identidad de una nación, el autor se aleja del hilo cronológico de la historia, dando a su obra un enfoque que persigue la comprensión total de la realidad.